Muchas empresas confunden transformación digital con tener una página web o presencia en redes sociales. En realidad, se trata de un cambio cultural y estratégico donde la tecnología se integra en todas las áreas para crear nuevos modelos de negocio y mejorar la experiencia del cliente.

Ejemplos claros son bancos digitales que operan sin sucursales o supermercados que ofrecen compras completamente online. La transformación digital exige liderazgo, capacitación y apertura al cambio. No basta con implementar software; es necesario cambiar la mentalidad de los equipos para adaptarse a nuevas formas de trabajar y relacionarse con los clientes.
Tip extra: antes de digitalizar procesos, revisa si realmente aportan valor o deberían rediseñarse desde cero.
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